¿Puede haber custodia compartida si no hay buena relación entre los padres? Claves legales y emocionales en casos conflictivos

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¿Puede haber custodia compartida si no hay buena relación entre los padres? Claves legales y emocionales en casos conflictivos

¿Es posible una custodia compartida cuando la relación entre los progenitores es tensa o inexistente?

Esta es una de las dudas más frecuentes que recibimos en nuestro despacho en Madrid. Y no es una cuestión menor: muchos padres y madres que desean mantener una presencia activa en la vida de sus hijos se enfrentan al obstáculo de una relación deteriorada con su expareja. Pero ¿hasta qué punto influye el conflicto personal en la decisión judicial sobre la custodia compartida?

Como abogada especializada en derecho de familia, desde el despacho de Isabel Luna Marín analizamos este tema desde una doble perspectiva: la legal y la emocional. Porque detrás de cada procedimiento hay personas, historias y, sobre todo, niños que merecen crecer con estabilidad.

¿Qué dice la ley sobre la custodia compartida en situaciones conflictivas?


En España, la custodia compartida no es un derecho automático, pero sí una opción cada vez más habitual cuando se acredita que es lo mejor para los menores.
El Tribunal Supremo, en varias sentencias, ha dejado claro que la custodia compartida debe considerarse la fórmula deseable, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Uno de ellos es la capacidad de los progenitores para colaborar.

Esto no significa que tengan que llevarse bien como amigos, pero sí que exista un mínimo grado de respeto mutuo y comunicación funcional, especialmente en lo que afecta a la vida de los hijos: salud, estudios, rutinas, etc.

En casos donde el nivel de conflicto es elevado (insultos, denuncias cruzadas, falta total de diálogo), los tribunales pueden considerar que no existen las condiciones necesarias para una custodia compartida saludable.

¿Y si el conflicto es puntual o motivado por el proceso de separación?

Es importante distinguir entre un conflicto estructural y permanente y un desacuerdo puntual derivado del momento emocional que acompaña a la ruptura.
Muchos padres llegan a nuestro despacho en plena tormenta, y es lógico. El proceso de divorcio puede sacar lo peor de nosotros. Pero eso no significa que no puedan construir una relación parental funcional en el futuro.

En estos casos, el juez puede valorar el contexto, la evolución de la comunicación y el interés mostrado por ambas partes en proteger el bienestar del menor. Aquí es donde una buena estrategia jurídica y emocional marca la diferencia.

¿Se puede pedir custodia compartida si ya existe una mala relación?

Sí, se puede solicitar, pero hay que demostrar que, pese al conflicto, ambos progenitores están comprometidos con su papel parental y que existe viabilidad práctica para organizar una custodia compartida.

En algunos casos, el tribunal puede recomendar o incluso exigir terapia familiar, mediación o coordinadores parentales como medidas para reducir la conflictividad y facilitar la comunicación.

También es clave aportar pruebas: comunicaciones respetuosas, acuerdos previos cumplidos, implicación en la vida escolar y médica de los hijos, etc.
No es solo una cuestión de “llevarse bien”, sino de saber convivir como padres, aunque la relación de pareja haya terminado.

¿Cómo enfocamos estos casos desde nuestro despacho en Madrid?

Desde ISABEL LUNA MARÍN, trabajamos cada caso con sensibilidad y rigor. Sabemos que no existen dos familias iguales, y por eso personalizamos la estrategia legal en función del contexto emocional, la edad de los hijos, y las posibilidades reales de cooperación entre los progenitores.

Además de la defensa legal, acompañamos al cliente en un plano humano: ayudamos a gestionar el proceso con la calma y claridad que requiere algo tan delicado como decidir el futuro de los hijos.

Conclusión: ¿merece la pena luchar por una custodia compartida en un entorno conflictivo?

Si ambos progenitores tienen un fuerte vínculo con los hijos y están dispuestos a aprender a comunicarse de forma responsable, sí, merece la pena.
Pero no es una batalla cualquiera: requiere estrategia, pruebas, acompañamiento legal y emocional. Y, sobre todo, una voluntad real de poner el bienestar de los hijos por encima de las diferencias personales.

Si te encuentras en esta situación y necesitas orientación clara y cercana, te invitamos a llamarnos o escribirnos sin compromiso. Estudiaremos tu caso en profundidad y te ayudaremos a tomar la mejor decisión para ti y para tus hijos.

ISABEL LUNA MARÍN – Abogada de familia en Madrid
Especialista en divorcios, custodia compartida y procesos sensibles donde el bienestar de los menores está en juego.



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